Rómulo Betancourt

Caracas, 21 de junio de 1976

Señor doctor

Rafael Caldera,

Ex-Presidente de la República.

CIUDAD.

Querido Rafael:

Antes que nada reciban Alicia y tú nuestro saludo cordial de bienvenida a la patria.

Nosotros también nos pasamos, como sabes, cinco semanas en Nueva York. Salir de Venezuela con cierta periodicidad hace falta al cerebro y al espíritu. Aquí vivimos dentro de un mundo tenso y el alejarse por un tiempo de él contribuye al reencuentro con nosotros mismos. Ese estado de ánimo mío después de esas breves vacaciones está reflejado en el tono de una entrevista mía con el Dr. Jorge Olavarría. Fue televisada y luego publicada en «Resumen». Te envío un ejemplar de esa revista por si tu secretaria no te la había guardado.

También te va un ejemplar de la separata de «Resumen», con la exposición que hice en la reciente Reunión de Líderes Europeos y Latinoamericanos de orientación social demócrata.

En fecha reciente nuestro común amigo Héctor Hernández Carabaño me dijo que nos iba a invitar a su casa a un almuerzo en el que estaríamos él y su esposa, Alicia y tú y René y yo. Acepté de inmediato su invitación. Creo que será una buena oportunidad para que tú y yo hablemos largo. Me preocupan las grietas que aprecio en el proceso democrático. Por «entre los palos» se nos están metiendo fuerzas políticas hostiles igualmente a Copei y a Acción Democrática. Considero que tú y yo tenemos igualmente el derecho y el deber de procurar que nuestras respectivas toldas políticas lleguen a establecer reglas claras para el juego democrático, sin abdicar por eso Acción Democrática a ser partido de gobierno y Copei a ser partido de oposición.

Recibe un saludo afectuoso de tu amigo,

Rómulo Betancourt (fdo.)