El hombre de tinta

 Por Ricardo Guanipa D’erizans

El 24 de enero de 1916, nace en San Felipe niño varón bautizado ante la Iglesia Católica y presentado ante la Autoridad Civil como Rafael Antonio Caldera Rodríguez, finaliza el bachillerato en el Colegio San Ignacio de Caracas; se gradúa de Doctor en Ciencias Políticas en la Universidad Central como Summa Cum Laude. Debuta como periodista en su rol de Director del periódico de la Unión Nacional Estudiantil (UNE) para luego realizar importantes ensayos literarios y análisis políticos en los periódicos La Esfera, El Universal y El Nacional.

Desde ese momento, la visión política y periodística de Rafael Caldera se convierte en una obligatoria lectura en la sociedad venezolana.

Sin embargo, en su segundo período presidencial, asume el poder ante una Venezuela Democráticamente herida, ante la intentona golpista el 4 de febrero de 1992 en contra del presidente Constitucional de Venezuela Carlos Andrés Pérez, el sangriento intento de golpe fue dirigido por un Teniente Coronel del Ejército de nombre Hugo Rafael Chávez Frías.

Este humilde cronista recuerda a mediados de los noventa el profundo respeto que siempre sintió el presidente Caldera por el libre ejercicio del periodismo y su plena libertad de informar.

Y me cito ante una odiosa posición de primera persona, solo quiero confesar de lo que fui testigo: Tras el encauzamiento de los miembros del Cartel de Cali en la Corte Federal de la Florida, resultó que entre los bienes de los mafiosos había un Casino en la Isla de Margarita, la noticia fue un escándalo total, el Presidente Caldera ordena al director de la PTJ Lazo Ricardi viajar hasta la isla e iniciar la investigación.

El trabajo periodístico en su pulcritud informativa a través del periódico El Nacional por donde dimos la primicia, como periodistas comenzamos a recibir todo el apoyo del Estado para continuar con nuestra pesquisa e incluso, una investigación que periodísticamente adelantaba a los cuerpos de Seguridad del Estado.

Desde El Nacional, señalamos que el propio hijo del presidente Caldera, Andrés Caldera, conocía algunos de los propietarios del Casino que tenía como socio a uno de los miembros del Cartel más peligroso de Colombia.

Tanto Andrés Caldera, quien se desempeñaba como ministro de la Secretaría de la Presidencia, así como su padre, nunca impidieron que los periodistas siguiéramos avanzando en busca de la verdad.

Más de 14 meses de investigación periodística del periódico El Nacional y finalmente se presenta el trabajo final en tres entregas.

En Venezuela la investigación periodística estuvo al frente del periodista Javier Ignacio Mayorca bajo supervisión del periodista Argenis Martínez, quien crea y dirigió la unidad de investigación, mientras este redactor contribuiría recaudando documentos de la Corte y redactando uno que otro artículo.

En Junio de 1997 el Colegio Nacional de Periodistas le otorgó el premio nacional de periodismo a Javier Ignacio Mayorca con su mención de mejor investigación periodística, el reconocimiento fue entregado tras un fuerte apretón de mano y unas palabras de reconocimiento público del propio Presidente Rafael Antonio Caldera Rodríguez, acompañado de Andrés Caldera.

Ese fue Rafael Caldera, un hombre que supo dividir los deberes de los derechos de los ciudadanos y, sobretodo, los periodistas. Caldera escribió hasta sus últimos días su columna en el periódico El Universal, haciendo grandes esfuerzos para dictar su contenido y disciplinadamente transcrito por sus más cercanos colaboradores.

Rafael Caldera fue Miembro Correspondiente de la Real Academia Española y Honorario de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales de Madrid. Sus libros han sido traducidos a varios idiomas.