Caracas: 12/8/41
Mons. Gregorio Adam.
Valencia.
Mi querido Monseñor:
Alicia y yo no queremos dejar de expresarle nuevamente, por medio de estas líneas, nuestro cordial agradecimiento por su afectuoso gesto de venir a casarnos.
Nunca olvidaremos que fue Ud. el testigo de Dios en nuestro juramento de recíproco amor; así que le tendremos siempre presente en nuestro recuerdo.
Bendíganos otra vez y reciba nuestros cordiales recuerdos.
Suyo,