Caracas, 21 de marzo de 1988

Señor
Leopoldo Linares.

El Nacional.

Ciudad.

Apreciado Leopoldo:

Con el solo objeto de rectificar una información que recogiste en tu artículo de ayer, y contrariando mi costumbre de no hacer aclaratorias a los amigos periodistas, debo manifestarte que nunca fui secretario de la Liga de Defensa Nacional de 1936, como allí se afirma. No fui miembro de la Directiva, aunque me lo propusieron, porque era norma de la Unión Nacional Estudiantil (UNE) que los miembros de su núcleo Directivo no formaran parte de la Directiva de ninguna organización política.

Tampoco fui militante de la referida Liga, en la cual mi única participación fue la de formar parte de quienes desfilaron desde el Club Venezuela (esquina de Mijares) hasta el Palacio de Miraflores. Allí, donde el orador de orden fue el Dr. José Ramón Ayala, Secretario de la Liga de Defensa – si mal no recuerdo – , improvisé un breve pero emotivo discurso manifestándole al Presidente que los jóvenes que allí estábamos respaldábamos su lucha contra el comunismo pero también estábamos dispuesto a apoyarlo para eliminar los restos del Gomecismo. La información sobre este discurso salió en La Religión, en el suelto que acompaño.

Respeto mucho la interpretación de los hechos, en la cual se fundan las calificaciones y ubicaciones de las personas y de los grupos. Estoy plenamente seguro, por otra parte, de la buena fe con que está escrito tu reportaje. Pero como se trata aquí simplemente de una cuestión de hecho, pienso que esta aclaratoria no te molestará.

Renovándote la seguridad de mi amistad y aprecio, me suscribo,

Cordialmente,

RCaldera (fdo.)