Carta de Rómulo Betancourt a María Eva Rodríguez
«Pacairigua», 26 de mayo de 1977.
Señora
María Eva Rodríguez de Liscano
PRESENTE.
Estimada amiga:
He leído en «El Nacional» de hoy su reportaje. Celebra usted sus 90 años con buen humor. Y con legítimo orgullo. Su hijo Rafael – Rafael Antonio, como usted lo llama – es un venezolano que a Venezuela honra. Dice usted de mí: «ha admitido que mi hijo es muy valioso». Y afirma una verdad. No en mezquinos y discretos cuchicheos, sino a voz en cuello, he dicho de Rafael Caldera que es un venezolano de excepción.
Hubiéramos querido René y yo darle un saludo personal. Pero estoy muy acongojado. Es delicado el estado de salud de Carmen, mi primera esposa. Estoy acompañando en el Hospital a nuestra hija Virginia, y a ella. En otra oportunidad será.
Le enviamos esa rosa, en testimonio de amistad. Es de nuestro jardín de «Pacairigua».
Le saluda con la mayor cordialidad,