Alicia Pietri al recibir la condecoración de la Federación Venezolana de Abogadas de manos de Ana Lucina García Maldonado. Caracas, 8 de marzo de 1978.

El papel de la mujer del ejecutivo

Palabras de Alicia Pietri de Caldera en la cena de la Asociación Venezolana de Ejecutivos, el 27 de junio de 1972.

Apreciados señores ejecutivos. Señoras de los señores ejecutivos:

Agradezco enormemente que me hayan invitado a presidir esta cena y que el motivo sea el que se me considera la mujer de un ejecutivo. Quiero decir algo aquí que estoy segura de que todas las señoras han sentido personalmente: ser la mujer de un hombre público, o ser la mujer de alguien que ha querido hacer algo por su país, es sumamente difícil.

Yo pienso que la mujer hoy en día tiene un papel muy importante que realizar dentro de la sociedad. Ya no se le considera un instrumento de decoración o de adorno, que estaba sujeta al marido y que su única relación con él era la de dependencia. Gracias a Dios hoy en día esto ha cambiado y todas nosotras estamos conscientes de que tenemos una labor que realizar y que nuestros maridos nos han aceptado como colaboradoras, las más leales y desinteresadas.

Cuando yo digo colaboradoras no quiero decir que tengamos que realizar el mismo trabajo del marido, que tengamos que saber lo mismo que él, que tengamos que tener su misma profesión; no, ser colaboradora es sentir las mismas preocupaciones, es vivir los mismos ideales, es que la mujer participe con interés de la labor que el marido realiza y que sepa adaptar su colaboración a este trabajo y a esta responsabilidad.

Yo pienso que la labor o el trabajo que un hombre realiza no es el mismo a todo lo largo de la vida matrimonial. En mi caso, por ejemplo, cuando me casé con Rafael, era un abogado, profesor universitario, que comenzaba a figurar en política. Años más tarde las cosas se complicaron y él decidió que tenía que dedicar la mayor parte de su tiempo a esa actividad. En esa época teníamos seis hijos chiquitos y mi colaboración no consistió en acompañarlo en giras y en ser una activista del Partido; aquí quiero aclarar algo que siempre he dicho: no soy una mujer política. Mi colaboración fue compartir con él sus preocupaciones y su trabajo pero, sobre todo, dedicarme a mis hijos para que él pudiera desempeñar su tarea sin preocupaciones familiares.

Hoy mis hijos son personas formadas y mi colaboración también tiene que ser diferente. Yo sé que mucha gente dice que a mí me han cambiado, pero pienso que lo dicen porque ahora realizo actividades que antes nunca había realizado, por ejemplo, ahora les estoy hablando a ustedes, haciendo gala de unas dotes de oratoria que jamás he tenido y nunca he cultivado, pero es que ahora él es el Presidente, y un Presidente que quiere realizar una gran labor por su país y que para ello está dando de sí mismo toda su entrega, tiempo y dedicación.

Yo pienso que tengo que ayudarlo y, claro, todos ustedes saben que no puedo ejercer funciones de gobierno, pero he visto a través de la Fundación Festival del Niño una manera de canalizar mi colaboración, porque pienso que de esta forma estoy contribuyendo al logro de la Venezuela que todos deseamos.

Yo sé que cada una de ustedes, señoras de los ejecutivos, debe realizar una tarea al lado de sus maridos; sin embargo, yo quisiera invitarlas a tomar parte en algunas de las actividades de la Fundación, porque pienso que también ustedes pueden ayudar a sus maridos en el trabajo en pro del país. Me dirán: ¿qué conexión tiene una cosa con la otra?

Yo lo veo de esta manera: en el proceso de desarrollo, que es una cosa sumamente compleja; para lograrlo, necesitamos el aporte y la colaboración de todos. Sus maridos se ocupan de la parte económica, de los adelantos tecnológicos, de las grandes inversiones, de tomar decisiones claves, pero hay un factor que es muy importante en el proceso de desarrollo: el hombre. El hombre, para quien se busca este desarrollo, pero sin cuyo concurso no es posible lograrlo. Necesitamos obra de mano especializada, necesitamos grandes recursos humanos, y allí es donde yo veo nuestra labor por los niños, porque ellos representan el hombre del mañana que va a contribuir a este proceso de desarrollo. Por lo tanto, tenemos que ocuparnos de su educación y de su formación integral.

Alicia Pietri de Caldera, Caracas 1974

Alicia Pietri de Caldera al recibir la Orden Ciudad de Caracas, el 25 de julio de 1974.

La Fundación Festival del Niño ha querido cubrir un área bastante descuidada: el área recreativa. En la formación integral de la personalidad, la recreación juega un papel muy importante, y es por eso que los programas de la Fundación son recreativos con matices culturales, para que así los niños no sólo se diviertan y jueguen sino que les quede algo de formación de esos ratos de expansión.

Si ustedes me lo permiten, yo quisiera hacerles un breve recuento de estas actividades para motivarlas a trabajar en ellas, o que puedan decidir cuál de estas actividades es la que más les gusta para colaborar con la formación de nuestros niños.

En los próximos meses de julio, agosto y septiembre, vamos a realizar el 4to. Plan vacacional, que abarcará este año 30.000 niños del país de escasos recursos económicos. Con esta cifra llegaremos a 65.000 niños que habrán participado en estas vacaciones. El programa consiste en dar diez días de vacaciones a los niños, llevándolos de la zona donde viven a un clima completamente diferente y a un geografía distinta, es decir, los niños de la montaña y del sur vienen al centro y al oriente, y a la inversa los niños del oriente y del centro van a las montañas y al sur. Los niños durante esos días no permanecen en sus colegios sino que son llevados a todos los sitios importantes donde estén, sean de interés histórico, geográfico, económico o cultural.

En el próximo mes de diciembre realizaremos un nuevo programa de arte y cultura que abarca 10 a 12 días y en los cuales se preparan conciertos, exposiciones, funciones de teatro, de ballet, de títeres, y visitas diarias a los Museos, para llevar al niño a entrar en el mundo maravilloso de la cultura.

Este programa cultural termina en el «Día del niño», que ahora se realiza en sitios públicos en todos los barrios. En diciembre del año pasado hicimos 104 concentraciones en la Zona del Área Metropolitana. Los niños asisten a estas concentraciones donde se les reparten golosinas, helados, refrescos, participan en concursos, en espectáculos y, al final, se les da el tradicional aguinaldo, acompañado de un libro de las ediciones de «Páginas para imaginar». Este año, el próximo tomo se llamará «Más Páginas para imaginar», y son las ediciones de la Fundación Festival del Niño, las cuales tienen cuentos escritos para niños venezolanos, obtenidos a través de un concurso para escritores que nos da material inédito de gran calidad literaria.

En los meses pasados se celebró este concurso y el material ya está impreso. La idea de dar este libro a los niños es llevarlos a iniciarse dentro de la literatura, y para despertar en ellos un mayor entusiasmo hacia la literatura se ha creado un concurso de opinión sobre el libro que es premiado con becas para estudio, bicicletas y otros premios menores.

En diciembre también celebraremos el día del niño hospitalizado, que consiste en llevar ese día un poco de alegría y distracción a los niños que, por estar enfermos, no pueden participar en el «Día del niño».

Y nuestro último y más reciente programa es «Parques de bolsillo», un programa que ha tenido gran aceptación en todo el país, y que consiste en transformar pequeños espacios, que pueden tener desde 30 hasta 100 metros cuadrados y que no están siendo utilizados por la comunidad, en sitios de esparcimiento para los niños, que al mismo tiempo dan una nota de colorido y de alegría al lugar.

Todas esas actividades las realizamos con la colaboración de muchísimas personas. Como pueden ver, hay sitio para trabajar, yo las invito a colaborar, y estoy segura que no se van a sentir defraudadas y van a estar muy contentas.

Quiero dar las gracias nuevamente a la Junta Directiva de la Asociación Venezolana de Ejecutivos por haberme invitado a presidir la cena y darme la oportunidad de conversar con ustedes.

Muchas gracias.