Rafael Caldera y el petróleo: Sorpresas te da la vida

Por Horacio Medina

En el imaginario del venezolano, siempre ha estado presente el hecho de que Rafael Caldera, al ser líder del partido socialcristiano COPEI, era un dirigente conservador y derechista. Sin embargo, al revisar su ejecutoria hallamos pensamientos y acciones que, al menos en materia petrolera, podrían considerarse como políticas propias de protagonistas de la izquierda radical, aún cuando, también, descubrimos que, durante su último gobierno, aplicó el proceso de Apertura Petrolera. Aún cuando estamos convencidos de que su consentimiento obedeció más a necesidades económicas, por la falta de recursos, que a su convencimiento ideológico.

Sustentémonos en hechos históricos, tomando como punto de partida el momento en que toma posesión para su primer mandato. El 11 de marzo de 1969, en su discurso inaugural, el Presidente Rafael Caldera anunció que propiciaría e impulsaría un debate nacional sobre política petrolera y nombra a Hugo Pérez La Salvia como Ministro de Minas e Hidrocarburos.

En medio del debate, en octubre de 1970, Caldera insiste en que lo importante no es tener una cuota mayor en el programa de importaciones petroleras de los EEUU sino obtener una retribución más justa. Esta declaración del Presidente es complementada por una declaración del Ministro Pérez La Salvia señalando que el aumento general de precios petroleros que se apreciaban en el mercado mundial no se estaba reflejando en el crudo y productos venezolanos. El Gobierno de Caldera estaba anticipando medidas para garantizar una mayor participación fiscal en las ganancias de las empresas.

En el propio comienzo del año 1971, el Presidente Caldera anunció que el gobierno consideraba reservar al Estado la explotación de Gas Natural y, en marzo, por resolución conjunta de los ministerios de Minas e Hidrocarburos y Hacienda se fijaron por primera vez los Valores de Exportación para fines fiscales de los crudos y productos venezolanos.

Más adelante, luego de un intenso debate político, el Presidente Rafael Caldera promulga la Ley de Bienes Afectos a Reversión en las Concesiones de Hidrocarburos y la Ley que Reserva al Estado la Industria del Gas Natural.

A medida que se acercaban las elecciones de Diciembre de 1973, el ritmo de quienes pedían la nacionalización se aceleró. Desde COPEI el candidato presidencial Lorenzo Fernández abogaba en sus discursos por el adelanto de la reversión y afirmaba que no le temblaría el pulso para firmar el decreto. El Ministro de Hidrocarburos Hugo Pérez La Salvia, afirmó que la industria no podía ser dejada en manos de las empresas internacionales y que el gobierno planificaba la nacionalización petrolera, dado que el personal era todo venezolano y que los mercados para nuestro petróleo eran abundantes. La ansiedad mostrada por COPEI para acelerar un proceso que requería serenidad y apropiada planificación contrastaba con una línea de moderación en torno al tema mostrada por AD. Luego de la victoria de Carlos Andrés Pérez, los partidos políticos MEP y COPEI, que abogaban por la nacionalización, inmediatamente redoblaron sus esfuerzos.

En su segundo gobierno (1994-1999) Rafael Caldera nombra en la Junta Directiva de PDVSA a los vicepresidentes de las más importantes operadoras, Lagoven, Maraven y Corpoven, dejando de lado a los Presidentes y rompiendo la creencia de que podría nombrar a un importante personaje del mundo privado, a la usanza reciente de Andrés Sosa y Gustavo Roosen.

Durante este período, y de la mano del Presidente de PDVSA, Luis Giusti, se adelantó el proceso de Apertura Petrolera, el cual, fue cuestionado por Hugo Pérez La Salvia, el ex ministro de Caldera en su primer mandato. Debemos resaltar, sin embargo, dos aspectos importantes, en primer término, el proceso de Apertura fue antecedido por un amplio y profundo debate nacional, donde participaron las distintas corrientes del pensamiento y siempre estuvo marcado por una intensa presión desde Miraflores para garantizar que tanto el Ministerio de Energía como PDVSA mantuvieran bajo su control las decisiones en los distintos esquemas de negociación, considerados en la Apertura como los Convenios Operativos, las Asociaciones Estratégicas de la Faja y los Convenios de Exploración a Riesgo bajo el esquema de Ganancias Compartidas.

Quienes vivimos esta última etapa, podemos dar fe del férreo seguimiento desde el Ejecutivo Nacional y las innumerables explicaciones compartidas por las distintas corrientes políticas nacionales. En nuestra opinión, en materia petrolera, Rafael Caldera fue sin duda un defensor radical del control estatal y el sentido de la soberanía nacional que supera con creces lo que el teniente coronel Chávez Frías pregona, sin mostrar hechos ciertos. Sorpresas te da la vida.